lo mío, es mío?transgeneracional

Que pasa si algo que le sucedió a tu abuelo, tu abuela , o a tu tío, que le impactó mucho y que no hizo caso, o no supo cómo gestionarlo, justamente se quedó ahí…. en la sala de espera de las emociones, en la buhardilla de los archivos sin cerrar?.

Qué sucede con esa energía, con ese evento, con esa información…? ¿Qué hacen sus células con eso?


Pues si la persona en cuestión no pudo/supo darle un cierre a ese proceso, o fue muy impactante, esa información almacenada en la memoria celular y en el inconsciente pasará a la siguiente generación. Pasará al inconsciente del clan. Con menor intensidad, pero se traspasa el archivo del conflicto o del drama.

“Lo que se calla a la 1° generación, se manifiesta en el cuerpo de la 2°” decía Françoise Dolto



De alguna manera ese “trauma” será expresado en la vida de su hijo, de alguna manera el inconsciente enviará el mensaje de que esta tarea está sin terminar, de que hay en la buhardilla algo que no se cerró del todo. Como una herida en el inconsciente que aún está abierta y quizás supurando y que hay que sanar.

La persona, claro, no tiene ni idea. Pero tiene algunos problemas de salud, por ejemplo, quizás algunos patrones que se repiten y que le hacen terminar siempre en situaciones similares….. Y es en ese punto que puede darse, que la persona decida indagar más en esos síntomas, en esa situación que le envuelve, y acuda por ello al médico, que es la primera cosa que se suele hacer. Generalmente en las revisiones médicas de estos casos, todo lo orgánico, todo lo fisiológico aparece correctamente bajo las pruebas de analíticas y los diagnósticos de imagen. Lo cual lleva a cierto desconcierto a la persona ya que aun menos comprende de donde o porque tiene lo que tiene o pasa las situaciones que pasa. Aunque, si conoce un poco su historia familiar o ha escuchado algo de su árbol, o incluso ha escuchado su voz interior, su instinto puede llegar a saber, a sentir, cual es el origen de “sus males”. Su instinto lo sabe.



Y es que cuando hablamos de lo transgeneracional, hablamos de la generaciones de tu árbol anteriores a ti, es decir hace 80, 100, 150 años atrás. Tiempos en que las cosas eran diferentes en cómo son ahora. Tiempos de guerras, de hambrunas, de represiones. Tiempos de pobreza, de carencia. De vivir en pueblos, o en ciudades que eran pueblos más grandes. Tiempos donde no existía la apertura para hablar de ciertos temas, o de sentimientos, o de eventos.


Suicidios, violaciones, abortos, “pecados”, maltratos,.... todo esto, desgraciadamente sigue ocurriendo a día de hoy, sin embargo hoy se habla de las cosas, hoy se va a terapia, se comparte con amigos de confianza, se denuncia a las autoridades. Hoy estas cosas no se quedan escondidas bajo capas, ocultas en nuestros corazones, reprimidas en nuestras tripas,.... bueno no al menos de manera general; pero a lo que vamos es que hemos de ponernos en el tiempo y el espacio de cuando vivían nuestros abuelos y bisabuelos y todo eso sucedía y se mantenía en secreto, ay!  Los secretos de familia….


Mantener esos eventos cubiertos con un tupido velo durante toda una vida, tiene sus efectos, ese reconcomer interno, ese aguantar no poder contar a nadie lo oculto, no poder compartir el dolor, o la pérdida,....

Hablamos también de abandonos, de robos, de incestos,..... cosas así se viven como carga, como un peso en el ser, en el corazón, y se quedan cargadas en la energía del clan, en las ramas del árbol.


Tu bisabuelo muere, llevándose con él la tristeza e incomprensión de haber sido un niño abandonado por su padre, o tu tatarabuela murió por suicidio porque perdió a un hijo en aborto y no pudo superar la perdida….

Toda esa información, esa energía, esos archivos, se quedan grabados en el inconsciente, en las células, en la historia de tu clan, y es cuando tres generaciones después algún miembro llevado por una situación que no entiende, con un malestar o un repetir de patrones comienza a indagar en su árbol y conoce la historia, y de la mano de un terapeuta consigue entender la herida heredada y puede comenzar a sanar una parte de su árbol.

 Que al final no era suyo lo que le sucedía aunque en parte, sí.

¿Quieres sanar tu historia?

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La familia es nuestro cofre del tesoro o nuestra trampa mortal.